¡Bienvenidos al Caribe de Gerberín! Hoy les traemos un chisme de esos bien sabrosos, de los que prenden la mecha de la discusión porque hay opiniones pa todos los gustos. Así que prepárense y suelten lo que piensan, que aquí too el mundo tiene derecho a dar su punto de vista.
Antes de darle con todo, suscríbanse y activen la campanita pa que no se pierdan nada. ¡Ahora sí, vamos al chisme!
Pues bien, como muchos por aquí ya deben conocer al Monstruo, vamos a darle solo una pequeña presentación. Al público del Festival Internacional de la Canción de Viña le dicen "El Monstruo" porque tiene un poder enorme para influir en todo el evento.
¿Y por qué le dicen así? Bueno, porque el público tiene un poder brutal. Si les gusta un artista, lo pueden hacer alargar su show, pero si no les cuadra, lo llenan de pifias y abucheos hasta hacerlo bajarse del escenario. Pa qué les cuento, han sido muchos los artistas, de todos los géneros y estilos, que han salido de ahí con la cola entre las patas por culpa de la exigencia del Monstruo.
Y aquí es donde entra nuestro protagonista, que lamentablemente fue devorado, y no precisamente para bien, por este ser insaciable de descontento. George Harris terminó enfrentándose a un mar de abucheos y críticas en su tenso debut en el festival.
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